- Limpiaremos la suciedad que pueda tener la bota con un cepillo, un paño húmedo de algodón o una toallita hidratante. Si las manchas no se van podemos aplicar un poco de jabón neutro en el trapo.
- Si las botas se nos hubieran mojado es recomendable rellenarlas con papel absorbente para que se vaya llevando la humedad y NUNCA DEBEN ACERCARSE A UNA FUENTE DE CALOR. Las dejaremos secar de modo natural. Una vez estén secas aplicaremos una buena capa de grasa de caballo para hidratarlas.
- Por otro lado, regularmente aplicaremos una pequeña cantidad de grasa de caballo para mantenerla suave e hidratada. Esto nutrirá la piel y la protegerá de manchas y del agua.
- Y si deseamos sacar brillo al cuero podemos aplicar crema para piel del mismo color o neutra, cepillar y frotar con un paño hasta conseguir el acabado deseado.
- Recomendamos esperar al menos 3 horas para ponernos de nuevo las botas a fin de evitar que se manche nuestra ropa pues el cuero necesita de un cierto tiempo para absorber la grasa.
5 maneras de cuidar de unas botas fabricadas con pieles engrasadas
16
Jun