- Botas fabricadas con pieles engrasadas: Distinguir si nuestras botas han sido fabricadas con esta clase de pieles es bastante fácil. Al tocarlas sentiremos un tacto untuoso, muy similar al tacto de una vela de cera. Esto es debido a que estas pieles se engrasan durante su curtido. Son pieles con una gran resistencia a las manchas de de grasa, aceite y al agua y se usan de forma habitual tanto en botas cowboy y moteras como camperas del Valverde del Camino.
- Botas fabricadas con cuero o piel de vacuno no engrasada: Ésta es la manera más sencilla de curtir la piel y son las típicas pieles que no poseen ese tacto encerado y que carecen de ese aspecto brillante casi metalizado.
- Botas fabricadas con piel exótica: Las pieles exóticas suelen ser muy evidentes. Además, en las descripciones de nuestra web encontrarás siempre la referencia al tipo de piel de cada par de botas, por ejemplo piel de serpiente, caimán, manta raya, iguana, cobra…A pesar de que puedan parecer pieles que necesitan mucho cuidado, en realidad no lo son. Quizás por el tipo de escama la piel de serpiente sea algo más delicada pero en contrapartida resulta la más cómoda y suave para las botas.
- Botas fabricadas en ante, piel girada, serraje o nobuck: El tacto de estas pieles acostumbra a ser aterciopelado. Habitualmente se trata de pieles algo más delicadas, sobre todo respecto al agua.
- Botas fabricadas con piel brillante o florentic: Es un tipo de piel muy fácil de diferenciar porque suele tener mucho brillo y es muy gruesa. Habitualmente se utiliza en las botas tejanas más llamativas.
¿Cómo diferenciar los diferentes tipos de pieles?
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Jul